viernes, 7 de septiembre de 2007
¿To be or not to be? La Madre Teresa y Dios
El nuevo libro Mother Teresa: Come Be My Light (Madre Teresa: Ven y sé mi luz), que se espera generará una gran controversia, trata sobre la lucha interior y dudas que tuvo la Madre Teresa de Calcuta sobre Dios. Para los ateos el libro escrito por el sacerdote canadiense Brian Kolodiejchuk es otra evidencia de que Dios es un ser inventado por nosotros los cristianos y para muchos cristianos será un libro tan importante como Las Confesiones de San Agustín (400 ) o La montaña de siete círculos (1948), de Thomas Merton.
¿Un libro escrito por un ateo?
No es un libro común porque el autor no es un ateo tratando de desmitificar a una mujer admirada por su entrega al prójimo. El recopilador y autor es Brian Kolodiejchuk, la persona que solicitó la declararan “santa” y está recopilando la información para proponer primero su santificación y luego su beatificación. Kolodiejchuk produjo el libro como prueba de que la perseverancia y llenura de fe de la Madre Teresa fue su acto más espiritual y, posiblemente, el más heroico.
En un mundo donde estamos llenos de deseos egoístas, donde lo que nos conviene es más importante que lo que Dios nos manda a hacer, muchos nos enseñan a vivir lo que Jesucristo nos dijo que debíamos hacer. Pero, como cualquier otro líder respetado y admirado fue un ser humano con errores, debilidades y también luchó con las dudas y el pecado. Este nuevo libro que saldrá muy pronto trata de cubrir ese aspecto de su vida.
Sus dudas
teresabook.jpgEl artículo de portada de la revista Time (septiembre 3, 2007) dice que el libro Mother Teresa: Come Be My Light contiene la correspondencia entre Teresa, sus consejeros y superiores durante 66 años y proporciona la lucha espiritual de una vida conocida por su trabajo abnegado. Las cartas, muchas de ellas preservadas contra sus deseos (ella había solicitado que fueran destruidas pero su iglesia invalidó su petición), revelan que para la mitad de la última etapa de su vida ella no sentía casi ninguna presencia de Dios. El Rev. Brian Kolodiejchuk, autor del libro, lo expresa así: «ni en su corazón, ni en la eucaristía».
Esta ausencia de Dios parece haber comenzado casi exactamente en el tiempo que comenzó a atender a los pobres y moribundos en Calcuta.
Según el autor, aunque era elogiada en público todo el tiempo, Teresa vivió en un estado de profundo dolor espiritual. En más de 40 comunicaciones, muchas de las cuales nunca antes se han publicado, ella habla de la “sequedad”, “oscuridad”, “soledad” y “tortura” que estaba experimentando. Ella comparó esta experiencia con el infierno y en un punto dice que la ha conducido a dudar de la existencia del cielo y de Dios. Ella era consciente de la discrepancia entre su estado interno y su figura pública. «La sonrisa», escribió, es “una máscara” o “un capote” que cubre todo». También se preguntaba, si ella era portadora de un engaño verbal. «Hablé como si mi corazón estuviera enamorado de Dios - con un blando amor personal», expresó en una carta a un consejero. «Si usted hubiese estado allí, habría dicho qué hipocresía».
La sorpresa
No me extraña que personas que se han entregado a vivir el evangelio, hayan tenido dudas y una oscuridad espiritual tan intensa. Nadie sabía que la Madre Teresa vivió atormentada, sin embargo, creo que esto dará una nueva dimensión a la manera en que la gente entiende la duda.
Las dudas de la Madre Teresa -según explicó el secretario de la Congregación para la Causa de los Santos, Monseñor Nowak,- no ponen en entredicho nada de su proceso de beatificación: «Se trata de un fenómeno por el que atraviesan todos los grandes místicos y maestros espirituales, como Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, llamado noche espiritual o noche de los sentidos. Son períodos especiales de la vida espiritual en los que se sienten abandonados por un Dios al que ven lejano».
Las dudas son parte de la vida del cristiano. Paul Tillich decía: “Hay personas que nunca han hecho una decisión porque nunca han tenido dudas”. Los líderes cristianos tienen noches obscuras. Juan Wesley vivió torturado por sus dudas y hubo una etapa de su vida donde tuvo dudas sobre la salvación en Cristo y la vida eterna.
En la Biblia tenemos Salmos de duda donde el salmista se siente abandonado por Dios. Algunos teólogos los llaman Salmos de confusión y luego hay otros (o a veces en el mismo Salmo) donde la confusión se convierte en confianza y alabanza a Dios como si un estado emocional le hubiese llevado al otro.
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío, Salmo 43.5,
(RVR1960, Reina Valera 1960)
Uno de mis Salmos favoritos es el 73 donde el Salmista se siente confundido porque los malos prosperan y cuando va al altar de Dios descubre cómo terminarán. La duda lo lleva a la luz y luego dice:
Dios mío, yo estuve muy afligido;
me sentí muy amargado.
He sido muy testarudo;
me he portado mal contigo:
¡me he portado como una bestia!
A pesar de todo,
siempre he estado contigo;
tu poder me mantiene con vida,
y tus consejos me dirigen;
cuando este mundo llegue a su fin,
me recibirás con grandes honores.
¿A quién tengo en el cielo?
¡A nadie más que a ti!
Contigo a mi lado,
nada me falta en este mundo.
Salmo 73 21-25 (TLA, Traducción en lenguaje Actual)
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